La calcifilaxia es una enfermedad poco frecuente, pero de gran impacto en la vida de quienes la padecen. Se caracteriza por la acumulación anormal de calcio en pequeños vasos sanguíneos de la piel y el tejido subcutáneo. Esto provoca que la circulación se vea comprometida, dando lugar a lesiones dolorosas, úlceras y, en algunos casos, infecciones graves.
Aunque es más común en personas con enfermedad renal crónica en diálisis, también puede presentarse en otros contextos médicos. Lo importante es entender que, detrás de cada caso, hay una persona con historia, miedos y esperanza.
💬 Escuchar antes de explicar
Para quien recibe el diagnóstico, las primeras preguntas suelen ser:
"¿Por qué me pasó esto?"
"¿Voy a mejorar?"
"¿Esto se cura?"
La respuesta médica puede ser compleja, pero la respuesta humana comienza con escuchar y validar las emociones. El impacto emocional es tan real como el físico.
🩺 Manejo y acompañamiento
El tratamiento combina varias estrategias:
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Control del dolor: Es fundamental, porque la calcifilaxia puede ser extremadamente dolorosa.
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Cuidado de las heridas: Limpieza, protección y prevención de infecciones.
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Tratamiento de fondo: Ajustar calcio, fósforo y vitamina D; mejorar la salud vascular; revisar medicación.
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Trabajo en equipo: Neurólogos, nefrólogos, dermatólogos, nutricionistas, psicólogos.
Pero el acompañamiento humano también es clave:
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Mantener la dignidad del paciente durante las curas y consultas.
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Fomentar la participación activa en las decisiones.
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No perder el vínculo social: el aislamiento empeora el dolor emocional.
🌱 Lo que no sale en los libros
Vivir con calcifilaxia no es solo tener lesiones en la piel; es reorganizar la vida alrededor de curas, hospitalizaciones y cuidados. También es lidiar con miradas, con el temor a la infección, con el cansancio que no siempre se ve.
Aquí, familiares y amigos pueden marcar una diferencia enorme:
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Escuchando sin minimizar.
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Ayudando en pequeñas tareas diarias.
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Acompañando a consultas, incluso si es solo para sostener la mano.
💡 Un mensaje de esperanza
Aunque la calcifilaxia es compleja y requiere manejo especializado, la investigación médica avanza. Existen tratamientos que pueden mejorar la calidad de vida y, en algunos casos, favorecer la cicatrización.
Recordemos: no se trata solo de curar la piel, sino de cuidar a la persona entera.
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