
Si no se trata, puede derivar en una inflamación severa del hígado. De esta forma, el hígado graso puede ser una de las causas de la inflamación hepática.
SÍNTOMAS DE UN HÍGADO INFLAMADO
Si el hígado esta en situación normal, estable y en su tamaño habitual, no lo notaremos cuando situemos nuestros dedos debajo del borde de las costillas (a no ser que respiremos, por ejemplo, uy profundamente). Normalmente en las exploraciones que nos hacen los médicos ellos advierten de inmediato si el hígado esta inflamado o no.
De estarlo, notaran su presencia justo en esta parte del cuerpo. Pero ¿y nosotros? ¿Qué síntomas podemos advertir en nuestro día a día? Cabe señalar que los problemas hepáticos pueden cursar al principio de modo asintomático, por lo que no lo notaremos. Sin embargo, poco a poco las siguientes condiciones serán más evidentes: el dolor, náuseas y malestar general, fiebre, ictericia, anomalías en las heces.
DIETA PARA TRATAR EL HÍGADO INFLAMADO
- Una cucharada por las mañanas de aceite de oliva con un poco de jugo de limón, actúa como protector y revitalizante del hígado, día a día reducirá la inflamación.
- Agua de alcachofas con jugo de limón. Un tratamiento ideal para cada día. Haz la cocción de dos alcachofas. Añade el jugo de limón al agua resultante. Deben salirte al menos 3 o 4 vasos de agua.
- Ensalada de beterraga con zanahoria rallada. Deliciosa, curativa y un cóctel natural de vitaminas y minerales muy adecuadas para tratar t hígado inflamado.
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