Extraido de Consumer.es , Por CLARA BASSI
Hablar de la salud sexual en la consulta médica es, todavía, un tema
tabú, aunque ésta sea una importante fuente de malestar y preocupación.
La hipertensión arterial es una de las causas que están detrás de la
disfunción sexual de los varones hipertensos, que tienden a vivirla en
silencio y a no comentarla con su médico, cuando ya hay remedios
farmacológicos para tratarla. Sólo hace falta que los profesionales de
la medicina pregunten por este problema a sus pacientes y que estos
pierdan la vergüenza y el miedo a hablar de ello.
¿Por qué se origina la disfunción?
La hipertensión arterial no sólo tiene consecuencias para la salud
cardiovascular de los afectados, sino también para una importante parte
de la vida sobre la que, a veces, cuesta hablar: la salud sexual. Se
estima que entre el 20 y el 30% de los varones hipertensos sufren
disfunción eréctil en algún momento del diagnóstico. Este problema puede
estar causado por la propia enfermedad en sí -la hipertensión- o, con
más frecuencia, por los fármacos que estos pacientes deben tomar para
controlar la presión arterial, tal y como expone Josep Maria Pomerol,
director del Instituto Andrología y Medicina Sexual, de Barcelona, que
ha participado en las 22 Jornadas Catalanas de Hipertensión Arterial,
celebradas recientemente en Barcelona.
La disfunción eréctil es el primer síntoma de la existencia de problemas cardiovasculares
Esta enfermedad se caracteriza por una disfunción en la capa que recubre
el interior de todos los vasos sanguíneos, también los del pene, donde
los vasos son más pequeños y es más fácil que afecte a la llegada de la
sangre. Incluso antes que al corazón y las arterias coronarias. Es más,
"hoy se sabe que la disfunción eréctil es un factor de riesgo para las
enfermedades cardiovasculares de igual importancia que la diabetes, la
hipercolesterolemia o el hábito tabáquico. De hecho, está reconocido
como el primer síntoma de la existencia de problemas cardiovasculares.
Puede ser un síntoma importante y un aviso en términos de la salud
general.
Los fármacos antihipertensivos también pueden originar la disfunción:
bajan la presión arterial y, a su vez, provoca que el pene no se llene
de sangre y que no se produzca la erección. Además, estos medicamentos
también pueden provocar alteraciones de las hormonas como la
testosterona y la prolactina, que se relacionan con la falta de deseo
sexual y la disfunción sexual.
Los medicamentos que con más frecuencia están detrás de este trastorno
en el hombre son los diuréticos y, dentro de estos, los tiazídicos o la
espironolactona. Son vasodilatadores adrenérgicos con una acción central
que pueden afectar a la erección, al deseo sexual, a la eyaculación y
provocar impotencia. En cambio, otras familias de fármacos, como los
inhibidores convertidores de la angiotensina (IECAs) y los antagonistas
de los receptores de la angiotensina II (ARA II), tienen menos efectos
secundarios de este tipo e, incluso, en ciertas ocasiones, pueden
mejorar la función sexual. Es lo que sucede, sobre todo, con los ARA II.
SOLUCIONES FARMACOLÓGICAS
La aparición de los inhibidores de una enzima específica del pene, la
fosfodiesterasa 5 (como sildenafilo, tadalafilo y vardenafilo), han
incrementado de forma notable las perspectivas de tratar de manera
satisfactoria la disfunción eréctil. Ya han transcurrido diez años desde
la introducción del primero de estos fármacos, sildenafilo, y, desde
entonces, se ha observado que todos ellos son efectivos y seguros. La
experiencia a lo largo de esta década ha permitido comprobar que, en
conjunto, son eficaces en el 70% de los pacientes y que, incluso,
algunos contrarrestan el efecto de los hipotensores. Asimismo, se pueden
tomar siempre que no esté contraindicada la actividad sexual o que los
pacientes sufran algún problema cardiaco importante que les obligue a
seguir un tratamiento con nitratos.
Para prevenir la hipertension se recomienda consumir Reishi, Gano y GanoCelium