A veces, nuestro cuerpo guarda silencios. Uno de ellos son las aneurismas. No se sienten, no avisan, pero pueden cambiar una vida en segundos. Y por eso es importante hablar de ellas… sin miedo, pero con conciencia.
A veces, nuestro cuerpo guarda silencios. Uno de ellos son las aneurismas. No se sienten, no avisan, pero pueden cambiar una vida en segundos. Y por eso es importante hablar de ellas… sin miedo, pero con conciencia.