La angina de pecho es una señal de alerta que envía nuestro cuerpo cuando el corazón no recibe suficiente sangre rica en oxígeno. Generalmente, se manifiesta como un dolor en el pecho que aparece en momentos de estrés físico o emocional. A veces, el dolor puede irradiarse hacia el brazo, cuello o mandíbula, haciéndonos pensar en lo peor. Pero la angina de pecho es algo que podemos aprender a reconocer y gestionar.