Cuando escuchamos “cálculos biliares” es común que imaginemos algo grave e inevitable.
Pero, aunque requieren atención, conocerlos bien puede ayudarte a tomar decisiones más tranquilas y seguras.
¿Qué son?
Son pequeñas “piedritas” que se forman en la vesícula biliar, un órgano pequeño pero importante que almacena la bilis (un líquido que ayuda a digerir las grasas).
Estas piedras pueden variar en tamaño: desde granos de arena hasta más grandes que una moneda.