"No es solo que me duelen las manos... es que hay días en los que abrir una puerta o atarme los zapatos se vuelve una montaña."
La artritis reumatoide (AR) no solo afecta al cuerpo. También desafía la mente, las emociones y la forma en que las personas se relacionan con el mundo. Es una enfermedad autoinmune crónica que genera inflamación en las articulaciones, pero su impacto va mucho más allá del dolor físico.