María solía despertar agotada, sin importar cuánto durmiera. Sentía que su cuerpo pesaba el doble y su mente iba a un ritmo más lento de lo normal. Su día a día, que antes era dinámico, se convirtió en una lucha constante contra el agotamiento. "Debe ser el estrés", pensaba. Hasta que un chequeo de rutina reveló la verdadera razón: anemia.
La anemia no es solo una sensación de fatiga, es una condición que afecta a millones de personas en el mundo, muchas de ellas sin saberlo. Se produce cuando el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos para transportar oxígeno a los tejidos. Y aunque hay distintos tipos, la más común es la anemia por deficiencia de hierro.