Para muchos, dormir es un escape, una forma de recargar energías y de desconectarse del estrés diario. Sin embargo, para quienes padecen apnea del sueño, el descanso no llega de manera sencilla. Cada noche es una lucha silenciosa por respirar, y lo que debería ser una actividad reparadora se convierte en un riesgo para la salud y el bienestar.
La apnea del sueño es mucho más que "roncar fuerte" o "dormir mal". Es un trastorno grave que, a menudo, pasa desapercibido durante años, dejando consecuencias profundas tanto en el cuerpo como en la mente.