sábado, 14 de septiembre de 2024

Entendiendo la Muerte Materna: Un problema más allá de las cifras

 Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una muerte materna es la que ocurre durante el embarazo o dentro de los 42 días posteriores a su término, independientemente de la duración del embarazo, debido a causas relacionadas con el embarazo o el manejo del mismo. Alrededor de 295,000 mujeres mueren cada año por causas relacionadas con el embarazo, y la gran mayoría de estas muertes ocurren en países en desarrollo, donde la falta de acceso a servicios de salud adecuados y de calidad se convierte en una sentencia de muerte para muchas.



Lo alarmante es que aproximadamente el 94% de las muertes maternas se producen en entornos de bajos recursos. Es una crisis que afecta desproporcionadamente a las mujeres en situaciones de pobreza extrema, conflicto y marginación. Pero incluso en países con sistemas de salud más robustos, las desigualdades raciales y socioeconómicas juegan un papel crucial en las tasas de mortalidad materna, demostrando que este problema no es solo una cuestión de acceso, sino también de equidad.

Detrás de las Cifras: El Rostro Humano de la Muerte Materna

Para entender el verdadero impacto de la muerte materna, necesitamos mirar más allá de los números y enfocarnos en las historias individuales. Cada muerte materna representa una pérdida devastadora, una mujer que quizás era madre, hermana, hija, amiga o pareja. Mujeres como María, una joven de 22 años de una comunidad rural en América Latina, que falleció por complicaciones de una preeclampsia no tratada debido a la falta de atención médica adecuada. O Fatoumata, una madre de cuatro hijos en África occidental, que murió en el parto por hemorragias incontrolables, algo que podría haberse prevenido con el acceso a un centro de salud bien equipado.

Cada una de estas mujeres tenía una historia única, y sus muertes son una tragedia no solo para sus familias, sino también para sus comunidades, que se ven privadas del rol vital que ellas desempeñaban.



Causas Principales de la Muerte Materna: Un Problema Prevenible

Las causas que llevan a una muerte materna suelen ser evitables, lo que convierte esta crisis en una injusticia aún mayor. Las principales razones incluyen:

  • Hemorragias graves (principalmente tras el parto), que representan el 27% de las muertes maternas.
  • Infecciones (generalmente después del parto).
  • Trastornos hipertensivos relacionados con el embarazo, como la preeclampsia y la eclampsia.
  • Abortos inseguros, que son responsables de aproximadamente el 13% de las muertes maternas.
  • Complicaciones derivadas de enfermedades preexistentes que se agravan durante el embarazo, como el VIH/SIDA, la malaria y las enfermedades cardíacas.

La mayoría de estas causas pueden tratarse o prevenirse si las mujeres tienen acceso a atención prenatal de calidad, partos asistidos por personal capacitado y atención médica inmediata en caso de complicaciones. Sin embargo, la falta de infraestructura médica adecuada, la pobreza, y las barreras culturales y sociales siguen siendo obstáculos insuperables para muchas.

Acciones Urgentes: ¿Qué Podemos Hacer?

La crisis de la muerte materna exige una respuesta global y coordinada. Algunas de las acciones clave que se deben tomar incluyen:

  1. Invertir en infraestructura sanitaria: Los gobiernos deben priorizar la construcción de centros de salud accesibles en áreas rurales y garantizar que estos centros estén equipados con el personal y los suministros necesarios para manejar emergencias obstétricas.

  2. Fortalecer la capacitación del personal médico: Aumentar la capacitación de parteras, enfermeras y médicos en el manejo de complicaciones del embarazo puede salvar innumerables vidas. Además, promover la partería comunitaria y la capacitación de personal local puede ser clave en lugares donde el acceso a médicos es limitado.

  3. Reducir las barreras económicas: La atención médica debe ser asequible para todas las mujeres, independientemente de su situación económica. Implementar seguros de salud o subvenciones específicas para mujeres embarazadas en situaciones vulnerables es fundamental.

  4. Educar y empoderar a las mujeres: La educación juega un papel vital en la reducción de la mortalidad materna. Las mujeres deben estar informadas sobre los signos de complicaciones durante el embarazo y tener acceso a información sobre planificación familiar, nutrición y salud sexual.

  5. Abordar las desigualdades de género y raza: En muchas partes del mundo, la desigualdad de género sigue siendo una barrera importante para el acceso a servicios de salud. Asimismo, en países desarrollados como los Estados Unidos, las mujeres afroamericanas tienen tres veces más probabilidades de morir durante el embarazo que las mujeres blancas. Debemos combatir estas desigualdades con políticas que promuevan la equidad en la atención médica.

Conclusión: Salvando Vidas, Transformando Futuro

La muerte materna no es solo una tragedia individual, es una crisis global que refleja las profundas desigualdades en el acceso a la atención médica y los derechos de las mujeres. No podemos seguir ignorando este problema. Cada vida perdida es una pérdida para todos nosotros: una madre, una hija, una comunidad.

Humanizar la atención, invertir en servicios de salud y empoderar a las mujeres son pasos clave para salvar vidas y asegurar un futuro donde ninguna mujer tenga que morir al dar vida. Cada una de estas muertes es prevenible, y juntos podemos ser parte del cambio. Actuar hoy significa salvar vidas mañana.

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