La gastritis es una afección común del sistema digestivo que se caracteriza por la inflamación del revestimiento del estómago. Esta condición puede ser aguda, presentándose de manera repentina y con síntomas intensos, o crónica, desarrollándose gradualmente y persistiendo a lo largo del tiempo. Afecta a millones de personas en todo el mundo y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida si no se maneja adecuadamente.
Causas de la Gastritis
La gastritis puede ser causada por diversos factores, que
incluyen:
- Infección
     por Helicobacter pylori: Esta bacteria es una de las causas más comunes de
     gastritis crónica. Vive en el revestimiento del estómago y puede provocar
     una inflamación que, si no se trata, puede llevar a úlceras gástricas e
     incluso aumentar el riesgo de cáncer de estómago.
 - Uso
     excesivo de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINEs): El
     consumo prolongado de medicamentos como el ibuprofeno y la aspirina puede
     dañar el revestimiento del estómago, causando gastritis.
 - Consumo
     excesivo de alcohol: El alcohol irrita y erosiona el revestimiento del
     estómago, lo que puede causar inflamación y eventualmente gastritis.
 - Estrés:
     El estrés severo, especialmente el causado por una cirugía, lesión grave o
     enfermedad, puede provocar gastritis, conocida como gastritis de estrés.
 - Enfermedades
     autoinmunes: En casos raros, el sistema inmunológico puede atacar por
     error las células del estómago, causando gastritis autoinmune.
 - Otros
     factores: El reflujo biliar, las infecciones virales y algunas condiciones
     médicas subyacentes también pueden contribuir al desarrollo de la
     gastritis.
 
Síntomas de la Gastritis
Los síntomas de la gastritis pueden variar dependiendo de
la severidad de la inflamación y la causa subyacente. Algunos de los síntomas
más comunes incluyen:
- Dolor
     abdominal: Generalmente en la parte superior del abdomen, este dolor puede
     ser leve o severo, y puede empeorar después de comer.
 - Náuseas
     y vómitos: Sensación de malestar estomacal que puede llevar al vómito.
 - Sensación
     de plenitud: Sentirse lleno después de comer solo una pequeña cantidad de
     comida.
 - Pérdida
     de apetito: Disminución del deseo de comer.
 - Eructos
     y distensión abdominal: Gases y sensación de hinchazón.
 

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